Desequilibrios en la economía


Tras la integración de España en el Mercado común (hoy unión europea) en 1986, Andalucía se ha visto afectada por tres circunstancias:
  • Ha tenido que asumir obligatoriamente determinadas políticas comunitarias que afectan de forma considerable, tal es el caso de la Política agraria común.
  • Se ha visto beneficiada por la percepción de un elevado volumen de ayudas procedentes de los distintos fondos europeos.
  • Esta inmersa en un proceso de convergencia real o de reducción  de las diferencias de renta con la media de la UE. La reducción de las diferencias y la aproximación a los niveles europeos se produce en las etapas expansivas de la economía, en las cuales el crecimiento del PIB por habitantes es superior en Andalucía a la media comunitaria, ocurriendo todo lo contrario en las fases depresivas. Es por tanto necesario, aunque no suficiente, un crecimiento duradero a medio y largo plazo para que nuestra región acorte significativamente su diferencia de bienestar con otras regiones europeas.
Desequilibrios estructurales

 Los rasgos de carácter permanente que caracterizan a nuestra economía frente al resto de regiones españolas o europeas son:
·         Bajos niveles de producción y de renta Per capita. Representando el 18% de la población española, Andalucía viene aportando solo el 14% del PIB nacional y ocupa, con Extremadura, los últimos lugares entre las 17 comunidades autónomas en término de renta Per capita.
·         Reducida productividad. Motivada fundamentalmente por la desequilibrada estructura productiva, la menor dotación de capital y las deficiencias organizativas de la producción y la distribución en ciertas ramas.
·         Poca ocupación y elevado desempleo. Con nueve puntos por encima de la media española, Andalucía es la región de la unión europea con mayor desempleo. Uno de cada tres parados en España se encuentra en Andalucía.
·         Deficiente especialización sectorial. La escasa industrialización y el excesivo peso del sector primario definen la estructura productiva de nuestra región.
·         Escasa dotación de capital físico y humano. A pesar de los avances experimentados durante las dos ultimas décadas, Andalucía se encuentra aún por debajo de la media española en cuanto a dotación de importantes infraestructuras. Siendo también inferiores los niveles de cualificación de la población ocupada.
·         Marcadas diferencias intrarregionales. En Andalucía se manifiestan importantes desequilibrios económicos. Las desigualdades espaciales de renta y empleo son muy acusadas, sobre todo si comparamos algunas comarcas del litoral con otras de interior.